Hay obras que se van desplegando en los barrios porteños, gracias al boca en boca y son pequeñas joyitas que logran momentos, como llamo yo, de tranquilo y calmo disfrute.
Sin lugar a duda, "Felicitas, o las niñas mudas" es de esos espectáculos. Desde que entramos a una sala de "El Jufré" (la cual no conocÃa y me resultó muy amena) nos topamos con la conocida historia de unos de los primeros femicidios que causó conmoción en la Argentina; dejando de lado la rigurosidad histórica, pues lo que emana de la escritura de Adriana Tursi es lo adecuado para la época actual, por ello me abstraigo de ella para concentrarme en una impecable protagonista.
Geraldine Farhat es una artista completa, docente, actriz, música, tiene todas las herramientas para llevar adelante esta pequeña puesta, tan sólo dura 50 minutos para plasmar un clima de ensoñación, el qué valoro muchÃsimo. Ella nos espera en la sala de una inmediatez con el público apabullante y nos desafÃa a meternos de lleno con su performance, nos mira a los ojos, nos endulza los oÃdos, la mayor parte del satisfactorio resultado de la pieza es gracias justamente a ella y a su directora Zaida Mazzitelli.
Pronta a comenzar una nueva temporada, terminando éste ciclo a sala llena, "Felicitas, o las niñas mudas" atrae por una escenografÃa muy lograda de enredos emocionales y espacios atemporales para el triste final de Felicitas porque en su transitar supo marcar una personalidad y antecedentes. Por supuesto no niego la actualidad de la pieza pero, Felicitas fue una de las mujeres de la historia argentina que se atrevió a desafiar al rigor del sistema patriarcal a su modo.
Gustavo Scuderi
