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Foto del escritorGustavo Scuderi

"Después del ensayo" -MI CRITICA-

"Después del ensayo" une dos cosas que me apasionan el cine y el teatro, de uno de los directores más estudiados e icónicos, Ingmar Bergman, esta pieza también fue un telefilm de 1984, justamente su despedida, homenajeando todas sus criaturas y ámbitos amados.

Ahora se presentará los domingos a las 16 horas en el Teatro El Picadero, en un horario ideal para esta historia u obra, ya que, si bien no es un clásico, su historia representa lo tradicional del teatro, en una dramaturgia fundamentalmente teatral.

Para la representación local se seleccionaron nombres sumamente importantes, si uno piensa en teatro sus nombres caben a la perfección, si bien han participado en un sinfín de películas y programas de televisión, por ello queda todo enmarcado en el terreno que sabía moverse Bergman, ellos son: el inmenso Osmar Núñez, quién si bien es el eje y alter ego del cineasta es un actor de una calidad potente, su presencia en la totalidad de la obra es fundamental y se adueña de la magia que representa el teatro; Vanesa González, ¡que carrera viene realizando! es sin duda unas de las actrices más versátiles de su generación y la señora actriz, Silvina Sabater, que es una delicia y representa lo que es adueñarse del escenario, una artista que supo bucear personajes intensos con los mejores directores y en especial muy elegida en el ámbito off.

El broche de oro lo pone el director de esta puesta, Daniel Fanego, quien no necesita presentación alguna; queridísimo artista nacional, ahora debajo del escenario, realizando un gran y difícil trabajo, meterse de lleno en el universo de Bergman con semejantes actores y resolviéndolo muy bien.

"Después del ensayo" nos traslada a ese mundo entre real e imaginario de un aclamado director pronto a estrenar, donde comparte escena con su joven protagonista que lo une a un pasado y una amante actriz neurótica y alcohólica.

Esta pieza que resalta, sobre todo en sus nombres, es para contemplar con paciencia, entregarse a ese onírico y calmo pasar, que rompe en pocas ocasiones la serenidad de observar a estos grandes actores.


GUSTAVO SCUDERI




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