Lo que se desprende de "Jardín imposible" es maravilloso, por un lado, la creación de una joven promesa con unas ganas de decir muy interesante e intensa a pesar de su edad y por otro tomar el tema de la tragedia de Cromañón, que sucedió hace casi 20 años, donde claramente estos jóvenes eran muy pequeños o no habían nacido.
En este contexto la obra de Lucía Fernández Echeverría que escribió, compuso y dirigió y ya fue galardonada por su primer proyecto ("Y que me digas cachivache”) denota sapiencia y madurez para tomar un tema conflictivo, doloroso y transmutarlo a un formato musical, de hecho, muy respetuosamente. Los textos, la acción se van entrelazando, para narrar la vida y trágico final de tres personajes, Mariana, Javier e Iñaki, el novio de la primera; no me gustaría adelantar cómo se va a desarrollar la historia, porque si bien el tema es muy conocido, el destino de los tres no son los mismos y el espectador se emocionará al seguir las vivencias de ellos, que no sólo se enmarca en ese suceso, sino que esconde otros factores en la vida de la juventud y su necesario crecimiento y paso a la adultez.
Si bien la propuesta es pequeña, crece muchísimo gracias a la diagramación y armado de Lucía, con tan sólo una tela blanca como fondo expone un sinfín de sensaciones y sentimientos; la iluminación es fundamental y un gran trabajo de ella, también lo es la coreografía de Carolina Carniglia.
Para desarrollar la propuesta y servirse de todos estos aspectos mencionados es necesario un grupo actoral al que la historia lo traspase y puedan brindar esa emoción al público, pues festejo el trabajo de los jóvenes Paloma Domínguez (es increíble que sea su primer trabajo y debute con esta obra, le depara un gran futuro), Agustín Ferrari y Gonzalo García Gualtieri; reitero, son un gran hallazgo estos trabajos y de una proyección increíble, emociona su desenvolvimiento en escena y en especial su entrega, cada movimiento de ellos es delicado y atrapante.
"Jardín imposible" se está presentando por pocas funciones pero entiendo y deseo que siga rodando por más tiempo, pues es un claro ejemplo que con estos jóvenes tenemos teatro para rato.
GUSTAVO SCUDERI
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