Michael Haneke, en su película consagrada "La cinta blanca" del 2009, intentaba retratar el germen de la violencia, investigando cómo se iba generando en la psicología de una comunidad. Los niños retratados serán los adultos de una época infame de la historia mundial, el holocausto. La creación de Nicolás Manasseri "Juegos de Fábrica" se acerca al mismo concepto, claramente más por el lado de la creación de un "yo" y retratando con mano firme y sin titubeos el universo de la niñez, en los principios del siglo XX; época en que en nuestro país se iba "creando" no solo generaciones venideras, sino también la base de una sociedad marcada por los inmigrantes.
Esta pieza también dirigida por Nicolás, hace una década, tuvo un formato musical y fue muy galardonada; esta vez la presenta en formato de texto y gana, entiendo yo, en el espesor, oscuridad y tensión que la dramaturgia desprende. Debo destacar el hecho de que uno va accediendo a la obra paulatinamente, gracias al devenir de los diálogos; una cualidad muy lograda, porque nosotros como espectadores vamos acompañando a estos niños que, entre necesidades, pobreza y miserias de todo tipo, van generando vínculos, definiendo personalidades y tomando trágicas decisiones en un contexto de "juego", que de tal no tiene mucho, al contrario, va tomando una tonalidad bizarra.
El dramaturgo y director es claramente una voz interesante de seguir, tanto esta obra como "El funeral de los objetos" son exponentes de una marcada personalidad artística.
La parte actoral no tiene fisura alguna, no solo los personajes están muy bien retratados, sino que cada uno de ellos tiene su propia arista, que en la comunión con el actor explota. Un detalle también a tener presente que se agrega como un logro más, es que muchos de los papeles son interpretados por actrices que hacen de jovenzuelos y lo hacen de un modo impecable.
La creación de Martina Zapico (del elenco original) que fue galardonada, es meritoria, sus gestos, tonalidades vocales e interpretativas están muy logradas, un equilibrio entre la personificación sin llegar a ser una caricatura, justamente esta situación era la que había que evitar.
Pero realmente todo el elenco es maravilloso, la consagrada Fernanda Provenzano que oscila entre un teatro musical y de texto con una soltura impecable. Pilar Dantín, con el personaje más tierno, lo realiza de una manera tal, que el espectador enseguida empatiza con él. Tanto Brian Sichel con una presencia fuerte y firme, Victoria Casserly y Pedro Maurizi ambos funcionando como bisagra de la historia, eran desconocidos para mí y realmente son nombres muy interesantes a seguir.
Una mención especial para la puesta tanto de la escenografía, como del vestuario, ambas muy logradas que permiten trasladarnos a la época realizadas por la producción, Phepandú y La Costurera Teatro respectivamente.
"Juegos de Fábrica" regresa nuevamente en otro formato, tomando una fuerza apropiada para el detallado y elevado texto, acompañado por un afable elenco y una dirección impecable.
GUSTAVO SCUDERI
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