15 años luego de que fuera una obra controvertida, polémica y de gran suceso; regresa a la cartelera porteña una pieza muy interesante, diferente y sobre todo desafiante, donde el espectador más de una vez se acomodará en la butaca. Estamos hablando de “Mujeres en el baño” una creación de una directora y dramaturga muy distintiva y con sello propio, esa característica este crítico, valora un montón: Mariela Asensio.
A todo esto, debemos sumarle que, en esta oportunidad, la elección de las actrices fue perfecta. De ellas se requiere versatilidad, arrojo y extrema plasticidad; debo felicitar esa cabeza que las seleccionó, porque inclusive uno no vislumbraría, en algunos casos, su nombre en un espectáculo de esta índole.
Si bien todas las actrices realmente están increíbles y las seguís en sus personajes sin problemas, hay dos de ellas que son el bastión de la obra y la rompen: Laura Conforte, que placer verla en un espectáculo de esta índole; Laura saca todo su oficio que fue ganando con los años protagonizando grandes musicales, plasticidad corporal y vocal un combo perfecto. La otra actriz, quien siempre la rompe en sus proyectos (que al igual que en el caso de Mariela son característicos de ella) es Iride Mockert; ella se entrega a sus personajes con libertad absoluta. No por destacarlas desmerezco el trabajo de las otras tres actrices que realmente me gustan muchísimo y van a la perfección con la propuesta, es decir tranquilamente podría ver una obra de ellas como unipersonal, porque son maravillosas; la Sra. Esther Goris, rompiendo su propio esquema, esta divertida y suelta, las jóvenes talentosas con un futuro brillante, Maida Andrenacci y Laura Cymer.
La obra cierra en todos sus aspectos, es para un paladar especial por su formato, por su texto y dramaturgia de denuncia, oportuno para estos tiempos. La acción se sitúa en el imaginario de lo que las mujeres hacen en el baño, a través de monólogos, canciones de todos los géneros, nos irán contando sus experiencias e historias. Utilizando humor irónico, a veces negro, como lo indica claramente su reseña, muestran el lado B de ser mujer y lo hace no dejando al hombre fuera de la pieza.
A pesar de estrenarse hace 15 años, la obra de Mariela tiene una rabiosa actualidad, más allá de algún retoque o “rejuvenecimiento”, es una propuesta muy interesante, donde las actrices explotan y dejan todo arriba del escenario.
GUSTAVO SCUDERI
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