No muchas figuras televisivas, tienen calidad de artista; en muchos casos en alguna disciplina están flojos pero su impronta los hace brillar. Griselda Siciliani ha sabido crecer muchísimo y en la actualidad es una artista completa, su participación en algún espectáculo o medio es llamativa.
Hoy le toca estrenar diría yo, un espectáculo donde ella es la figura central, amén de que está rodeada por un grupo de actores, bailarines y cantantes muy solventes. “Pura sangre" es Griselda, pero el resultado de esta obra, que tiene la duración exacta, es también por el grupo creador de la misma. El claro diseño de las coreografías es de Carlos Casella y el libro de Jorgelina Aruzzi, compartiendo ambos la dirección. Éste triángulo es explosivo y Griselda galopa a todo ritmo, nunca para, actúa, canta y baila sin respiro, salvo algún cambio de cuadro.
La grandeza de éste espectáculo es que en él se puede apreciar el toque, marca de cada uno de sus creadores y de esta multifacética actriz, que viene haciendo una gran carrera; ella deja todo, literalmente, en el escenario. Una obra que no se podría catalogar en un rubro o temática especial, y eso es lo que más me gustó, esa mezcla de under con comercial donde hay mucho de personalidad y poco ego.
El amor es un monstruo y nuestra protagonista, de una forma artesanal y con gran destreza irá relatando su desafortunado camino en las relaciones.
Como lo adelantara, Griselda está acompañada por cinco artistas también multifacéticos; quizás alguno brillando más por su disciplina principal, cómo es el caso de Nicolás Tadioli, que es un ejemplar bailarín, Hervé Segata en el canto o Eddy García con su magnética y verborragia actoral. Pero también brillan Rakhal Herrero y Juan Cruz Martínez Mosquera, es decir el cuerpo coreográfico actoral que forman ellos es impecable.
"Pura sangre" es una obra distinta, desafiante, con un texto jugoso, a veces oscuro o sucio, pero en el buen sentido y eso lo valoro muchísimo, el jugar a romper moldes, parámetros y Griselda lo logró.
GUSTAVO SCUDERI
