“Te quiero, sos perfecto, cambiá” es una obra musical que se abre paso en este contexto de pandemia, que nos dejó alejados de la posibilidad de presenciar nuestro querido teatro. Por ello, esta nueva presentación de la pieza de Joe Dipietro es más que bienvenida, esta vez con cuatro artistas de la hostia; Laura Oliva, Flor Otero, Roberto Peloni y Agustín Sullivan. No por esta selección desvaloro el cuarteto que presencié allá por el 2011 con Karina K, Diego Ramos, Natalia Lobo y Guillermo Fernández, también muy talentosos todos ellos.
La pieza que está versionada al castellano por el maestro, Ricky Pashkus, quien también dirige, posee esa frescura que el teatro musical puede ofrecer, romper el texto clásico de ideas profundas, pensamientos cotidianos y vividos, con números o pasajes musicales muy dinámicos, donde la adaptación de Gonzalo Demaria, brilla.
El secreto de la versatilidad de la obra es justamente, saber mezclar, combinar, el humor, reflexiones y canciones divertidas, que nunca caen en lo aburrido o moralizando situaciones. Donde los cuatros actores demuestran sus aristas y trayectoria, Laura con su soltura y libertad para representar este tipo de obras, ideal. Roberto Peloni, abrazando siempre sus personajes, sacando literalmente jugo a sus interpretaciones. Flor Otero, con una presencia escénica, que refleja siempre la figura internacional, es de esas artistas que si la vemos en Broadway ni nos daríamos cuenta de que es oriunda de aquí. Agustín se va animando a otros papeles y a pisar firmemente un escenario, lo vi muy desenvuelto, considerando la trayectoria de sus compañeros, no desentona en absoluto.
La pieza de generosa duración, casi dos horas, se ve con interés, uno realmente se divierte y en algunos temas musicales logra la ovación del público. Bajo la dirección musical de Gaspar Scabuzzo quien toca el piano en escena junto al violín de una exquisita Valeria Matsuda, siendo nexo con cada uno de los cuadros.
“Te quiero, sos perfecto, cambiá” me dio lo que esperaba, una comedia super entretenida, ágil, donde los cuatro protagonistas la rompen. Música, muy buenas ideas y una dramaturgia original, bajo la dirección de un experto.
GUSTAVO SCUDERI
