"La sirenita" -MI CRITICA-

Uno de los más esperados estrenos se hizo realidad y nos lanzamos al mar, créanme, aunque no hubiese agua. "La sirenita" da, entrega, cumple lo que prometía y para uno, es emocionante poderlo ver en Argentina.

Hagamos un poco de historia, porque la misma resulta curiosa e interesante; la pieza es un musical con libreto de Doug Wright, música de Alan Menken y letras de Howard Ashman y Glenn Salter, que adapta la querida película de Disney estrenada en 1989. La obra, antes de probar suerte en Broadway, tuvo una especie de testeo por pocas funciones en Colorado en el 2007, esa prueba fue un éxito, agotando entradas lo que le permitiría dar el salto a la tan deseada meca teatral. Allí fue recibida con dual aceptación por parte de la crítica especializada, sólo se mantuvo en cartel por dos años para cuidar a los accionistas de la casa del ratón, pero aseguraban que también era cuidar el futuro de esta propuesta que era auspicioso.

2025, Buenos Aires, Gran Rex, se estrena la producción local que, también tiene un dato único y que debe ser resaltado, como lo indica la pantalla de fondo del escenario y las publicidades, la acertadísima versión de 90 minutos realizada por nuestro país está aprobada por el propio grupo de Disney. El camino fue largo pero el resultado es soberbio.

El staff creativo, operativo y el elenco se unen para que todo salga a la perfección en una obra que necesita simular ¡un mar! y lo que conlleva en esfuerzo no solo físico, creativo e interpretativo, sino también económico, en pocas palabras, es un lujo.

Para interpretar el tan codiciado papel de Ariel, hubo una audición exigente y multitudinaria, el mismo lo ameritaba y en Albana Fuentes se encontró una sirenita PERFECTA. Poseedora de una gracia nata (su nombre dará que hablar), suelta, con un excelente manejo corporal y lo más impresionante, su impecable caudal de voz que no solo es precioso, sino que se mantienen en toda la función y en situaciones extremas. Si bien el elenco también debe "simular" un movimiento ondulante, Albana no lo pierde nunca ¡Maravillosa!

Cada uno de los artistas están muy bien seleccionados para su papel, sacando provecho de ellos y uniéndose a sus aptitudes artísticas: Osvaldo Laport con su presencia escénica es un Rey Tritón logrado, aportando calidad y trayectoria a la propuesta. Evelyn Botto, primera vez que la veo en escena, saca todo su oficio y la rompe con su actitud arrolladora y una voz potente como Úrsula; lo mismo sucede con José María Listorti que, lejos de su registro televisivo de antaño, está dando pasos y participaciones logradas, aquí como Sebastián está estupendo y cuando entona "Bajo el mar" el público estalla.

El príncipe, otro personaje fundamental y que mejor elección que Pablo Turturiello, de quien críticas atrás, en sus comienzos con su primer musical, ya marcaba su potencial, en especial para este tipo de género, pues no me equivoqué; sin lugar a duda ya es reconocido por su talento, acompañado por su estética escénica for export. Valentín Zaninelli, de una frescura ideal para el amigo inseparable de Ariel, Flounder y otro artista especialista en este tipo de teatro, que últimamente está participando en las mejores propuestas musicales, ya que tiene esa magia que marca siempre sus actuaciones, Manuel Adhami.

El resultado de esta versión de "La sirenita" que entra por todos los sentidos, donde uno, cualquiera sea su edad, disfruta a la par de los peques, tiene mucho que ver con la mirada muy experta de dos de los mejores exponentes que tenemos en la Argentina en este rubro y a los cuales agradecemos su talento, atención al detalle y amor que tienen por sus trabajos: Ariel del Mastro (dirección) y Marcelo Caballero (co-dirección y puesta en escena).

“La Sirenita” ya es un suceso en ventas de entradas y posible recuperación de su costosa producción, lo cual deseo que así sea, pues ya necesitamos una propuesta de esta envergadura para el 2026 ¡Felicitaciones!

GUSTAVO SCUDERI