De la cabeza de Mariela Asensio y José María Muscari puede surgir una idea, historia o pieza inimaginables; pues ambos, con sus propias características, son pioneros y no titubean a la hora de escribir y dirigir. Mariela es dueña de una escritura mordaz, ácida y directa sin preámbulos; José es más estético en su crear, él cuida cada detalle y sin lugar a duda la musicalidad es un punto fuerte y pensado por él. "Perdida mente" es el resultado de esa unión dramatúrgica y dirigida por José con ese aire chic habitual de sus propuestas, que es un rasgo presente en sus obras lo que lo hace único y uno las distingue ya al ingresar a la sala.
En esta ocasión encarando una temática difícil, cómo es una enfermedad mental, la propuesta podría dispararse hacía dos puntos extremos: el drama o la sátira. José logra plasmarlo en la pieza conscientemente, cuando la protagonista realiza una especie de monólogos y luego disparatadamente en la acción, quien atraviesa el comienzo de su pérdida de memoria.
El elenco elegido por José, que es muy bueno también para esta actividad, es muy interesante e impensado de unir; en el devenir de sus obras fue creando grupos maravillosos y a la vez compuestos por personalidades disimiles. Esta no sería una excepción, en su tercer temporada, por supuesto incorporando nombres sumamente interesantes y que invitan a una segunda o quizás tercer visión.
Lidera el grupo, más que nada porque la historia gira alrededor de su personaje, Leonor Benedetto, quien realiza una labor de altura, afianzándose aún más en su papel y logrando con soltura y magnetismo su actuación; es una artista de larga trayectoria y es un placer verla jugar, de cierta manera, con un tipo de texto que no visitó muchas veces. Ana María Picchio, otra excelente actriz, que como Leonor transita los diferentes medios (Televisión, cine) de una manera holgada, siendo una artista muy querida por el público y que también engalana la puesta. Ahora llegó el momento de las nuevas incorporaciones, Iliana Calabró, una real sorpresa; todo su glamour, su presencia y los cientos de escenarios recorridos, se unen a lo estético de las propuestas de José, logrando una amalgama perfecta, sin dudas uno de sus mejores trabajos. A Emilia Mazer ¡que lindo verla nuevamente en escena!, con todo su conocimiento y experiencia puestos en favor del texto se la nota muy cómoda, acercándonos una actuación diferente, un gran trabajo. Terminando de completar el novel trio, Mirta Wons, queridísima artista que borda con carisma su personaje, ideal para su histrionismo y muy festejado por el público.
Toda la puesta es intachable, desde la música, la escenografía y el vestuario, “Perdida mente” se toma en serio el tema del alzhéimer, pero le quita la solemnidad de lo que acarrea y es una decisión muy valiente por parte de sus creadores, donde un grupo de actrices extraordinarias se divierten, al igual que el público.
GUSTAVO SCUDERI