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Elizabeth I -MI CRITICA-

No hay lugar a dudas de que Nicolás Pérez Costa es un creador nato, sus obras siempre desprenden su impronta y ganas, principalmente de jugar. Muchas veces me viene al pensamiento un reflejo que, lo identifica con otro gran creador, Pepe Cibrián. En mi opinión sus creaciones, sus espíritus son muy cercanos, en la forma de diagramar una pieza y por donde abordarla.

En esta ocasión, Nicolas se une a Pablo Flores Torres, quien crea la música y dirige la obra musicalmente, para crear entre ambos unos solos para cada uno de los actores muy logrados y destacados.

Esta vez Nicolás nos trae a una figura que se ha tratado muchas veces, Elizabeth I, pero de una manera diferente, poniéndole un toque muy suyo y de hecho oportuno para los tiempos que corren, planteándonos un gran interrogante: ¿Qué sucedería si esta reina virgen fuera un hombre? Partiendo de esta premisa, Nicolás desarrolla la trama, donde la “reina” para defender su trono deberá arreglar un encuentro con tres pretendientes, con la idea de revelarles este pequeño secreto.

Sin detenerse en detalles históricos específicos, con unos personajes desopilantes, y acercándose a una comedia de enredos, Nicolás logra una obra divertida, que se lleva muy amenamente.

Protagonizada por Costa quien, como en la mayoría de sus proyectos, suele rodearse con actores a los cuales convocó en otras oportunidades, exponentes muy solventes del musical; en esta oportunidad no solo se quedó con el color o caudal de voz, sino que seleccionó un grupo energético, activo, que se desenvuelve en escena fluidamente, a través de su cuerpo y su plasticidad interpretativa. Sacha Bercovich es el fiel reflejo de esas cualidades, es un nombre que me asegura una gran experiencia, me gusta muchísimo. Gustavo Monje es un maestro de la comedia, es el mejor ejemplo de un bufón justamente, gracioso, burlón, le quedan perfectos este tipo de papeles. El señor Jorge Priano de una presencia y actitud escénica que no tienen desperdicio. Patrissia Lorca posee una actitud y una voz magnéticas, rompiendo el silencio con su fuerte presencia no solo vocal. Luego me tocó conocer a Juani Gé, un joven con muy buena presencia y una preciosa voz, su desafío también es justamente tener que aflautarla e inclusive cantar en ese rango.

Elizabeth I, no me cansaré de decirlo, llega en un momento y contexto muy difícil, de cierta manera muy triste para el arte, por ello festejo toda presentación o intento de no parar la maquina de ilusiones. Aquí les garantizo que se van a divertir, puesto que la pieza se creó con ese objetivo justamente.

GUSTAVO SCUDERI




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