Apenas uno se enteró que se iba gestando una idea, sabía o intuía que se estaba construyendo un éxito. Este es el caso de "Kinky Boots", desde que empezaron a circular sus fotos y a revelarse los artistas incluidos, algo fue sembrado y hoy puedo decir, sin lugar a dudas, que con su regreso a las salas, luego de una primera temporada exitosa, seguirá siendo un suceso.
El párrafo anterior tiene su sustento principal, más que nada, en su excluyente protagonista; amén de que el resultado final, posee muchos más elementos atractivos y solventes. Martín Bossi tiene su público propio, ese que lo acompañó siempre en sus espectáculos y ahora en este nuevo formato, genera una gran expectativa; las funciones llenas, con localidades prácticamente agotadas, hacen ver que seguirá siendo del mismo modo que hasta ahora.
Cuando presencié otras de sus obras, siempre sentí ese magnetismo y destaqué su poder de Showman y más allá de los tecnicismos, aquí sorpresivamente, vuelve a pasar lo mismo; no le vamos a exigir una afinación perfecta cuando canta, sólo que su Lola sea irreverente, divertida pero no superficial y vacía, y si además logra unas coreografías para nada fáciles, se le puede decir misión cumplida. Es también muy acertada la selección de su partenaire: Fer Dente, pues en él recae la presión de los fanáticos de los musicales, con su larga trayectoria en el rubro, su caudal, su presencia y técnica lo dejan muy bien posicionado en escenario. La inclusión en esta temporada de Laura Esquivel, es realmente un número puesto y acertado, luego de una ausencia larga en los escenarios, llega esta artista que de pequeña solo tiene su estatura, ya que su voz es tan bella que hipnotiza.
En la profesionalidad de la puesta hay mucho empuje y talento, como también mucha experiencia; el Sr. Ricky Pashkus, sabe lo que hace, logrando que esta sea muy solvente, colorida y funcional a la obra, siendo la presente propuesta una de las mejores al momento y a la altura de "Y un día Nico se fue" y más cercana a "Hairspray" y "Los productores".
La dramaturgia es de Harvey Fierstein, quien ya tiene en su haber muchas obras sumamente conocidas como "La Cage Aux Folles", y también en su faceta de actor, como "Independence Day". Como se trata de un musical, es fundamental centrarse en la composición musical y en las letras, y en este caso el nombre de Cyndi Lauper lo dice todo. Ahora bien, si existe un trabajo muy sensible e importante en este tipo de piezas, es más, uno clave para la obra, es el que llevó a adelante Marcelo Kotliar con un resultado impecable al adaptar las canciones, más allá de una dirección musical muy buena de Gaspar Scabuzzo.
Este año me viene gustando mucho el ensamble/elenco de las obras, ya que sin ellos tampoco la puesta funcionaría correctamente. En este se ven nombres increíbles, destacándose el trabajo de Flor Anca, Nicolas Villalba, Walter Canella, Gustavo Monje, Pedro Velázquez; su profesionalismo es más que evidente, al igual que su calidad artística y su humildad, ya que más allá de estar acostumbrados a protagonizar, ponen todo su carisma en función de la excelencia del resultado.
Un párrafo aparte merece la inclusión, en el grupo de "angeles" que acompañan a Lola, del talentosísimo Franco Rau, un artista tan completo, que su sola presencia en el escenario magnetiza la visión, virtuoso en el canto, en el baile y en la destreza física, sus trabajos siguen siendo excelentes.
Con diseño de escenografía de Jorge Ferrari, vestuario de Verónica de la Canal y Alejandra Robotti y dirección de coreografía de Gustavo Wons, "Kinky Boots" seguirá siendo un éxito y la verdad es que uno festeja su desparpajo a la hora de producir y seguir animándose a traer obras que en el mundo vienen pisando fuerte. ¡Gracias!
GUSTAVO SCUDERI
