Luego de la pandemia y con cambios en el elenco se estrenó en el CTBA "Bodas de sangre", de Federico García Lorca; una obra muy esperada, tanto por lo que representa esta pieza, siendo unas de las más importantes del idioma español, representada un sinfín de veces en varios registros y varios países, pero también por su directora, quien ya había llevado otro texto de este eximio escritor, "La casa de Bernarda Alba" que dejó una vara muy alta y fue polémica en su turno, Vivi Tellas.
La adaptación de la propia directora junto a Cecilia Pavón es correcta y tiene muy buenos puntos a tener en cuenta como: el desarrollo escenográfico de Rodrigo González Garrillo y el diseño escenográfico de Guillermo Kuitca, éste último ya la había acompañado en la obra antes mencionada. Lo que no me pareció adecuado (gusto personal, pero por algo estará en la creación de su directora) es la constante bajada de telón entre escenas, cortando así la fluidez de un texto que justamente necesita la fuerza y velocidad de lo continuo, en especial en el recitado de los versos, no siempre logrado en un elenco dispar. A veces se confunde poner énfasis en lo que se dice, pero hay que ser sumamente cuidadoso en ese límite que lo separa de la sobreactuación.
María Onetto engalana al reparto y uno vislumbra que este personaje es ideal para ella, pero en algunos momentos no logra superar al texto, mientras que en otros pareciera incomodarle. Agustín Daulte me acercó frescura, valoro mucho su incorporación y realiza lo más cercano a un teatro de esa época cómo la criada. Miranda de la Serna resulta apabullante por su parecido con su madre, Erica Rivas, su padre es Rodrigo de la Serna ¡que conjunción!, en unos de sus papeles más importantes; me gusta muchísimo lo que genera aquí y está haciendo una gran carrera. Lo mismo me sucede con Nicolás Goldschmidt, aunque a nivel estético no logra una alquimia con Miranda, porque justamente son de diferentes alturas y puede ser mínimo el detalle, pero en mi opinión le quita veracidad. También hay nombres en el elenco como Luciano Suardi, Maruja Bustamante, Alfredo Staffolani, que son sumamente atrayentes. Me gustó muchísimo la parte musical de la obra, la cantaora Nina Loureiro una exquisitez.
"Bodas de sangre" esta vez me dejó tibio, con ganas de más, algunos de sus elementos hicieron que me acomode en la butaca durante sus 120 minutos, que reitero, en mi opinión deberían ser algunos menos.
GUSTAVO SCUDERI
