"Brotherhood" volvió, por pocas funciones a plena Av. Corrientes, luego de ser un éxito en el off porteño. Este tipo de suceso se da principalmente porque la propuesta tiene peso propio y el público ve en ella elementos que lo representan. A este comentario también le agrego que su directora y dramaturga, Anahí Ribeiro, posee una visión humana, realista y palpable de la vida cotidiana, del ser humano y sus fortalezas y miserias.
De esto último, hay mucho en esta propuesta que nos trae el devenir de siete hermanos ante el deterioro y la cada vez más cercana muerte de sus progenitores. Cada uno tuvo su experiencia, sus vivencias en esta familia, pues lo que tratará Anahí de marcar es la postura de cada uno de ellos y lo logra.
Con una puesta muy dinámica y funcional, si bien uno la percibe simple, cuando se pone en funcionamiento es destacada, moderna y nos deja atentos a la historia que se narra.
La elección del elenco es maravillosa, cada uno demostrando sus aristas en cada participación y la necesaria diferenciación de cada personaje, gran trabajo de cada uno de ellos: Julia Funari (pude verla en otra obra, que gran actriz, ojalá nos engalane los ojos con más propuestas), Sebastián Femenía, María Forni, Bárbara Majnemer, Carlos Marsero, Ingrid Mosches y Mariano Sacco.
"Brotherhood" es una opción muy interesante, por su destacada ideóloga y narradora, que sabe reflejar muy bien esas “dramedias” que nos caracterizan, por una puesta novedosa, aunque su comienzo fue en el teatro independiente y un elenco que se amalgama a la perfección.
GUSTAVO SCUDERI
Comments