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"Come From Away" -MI CRITICA-

Luego de tantas incertidumbres y momentos angustiantes para el teatro, llegó a la cartelera porteña el éxito teatral de Broadway: "Come From Away ", galardonada donde se presente, recibió 4 Olivier, Drama Desk y Helen Hayes, además del codiciado premio Tony, siendo este el responsable de su salto a la fama y a que sea representada a nivel internacional.

En Argentina sucede algo muy particular, aunque entiendo que también pasa en otros países, su historia no nos representa a nivel cultural y resulta lejana al conocimiento popular, amén de la trágica situación que le dio origen, no lo voy a adelantar porque es un plus al seguimiento de la historia y el espectador irá metiéndose cálidamente en ella de a poco; porque eso sucede con la pieza de Irene Sankoff y David Hein, te va abrazando, hasta quedar totalmente entregados a ella.

En un pueblito alejado de Canadá llegan 7 mil pasajeros provenientes de diversos países y permanecen varados cinco días allí, con sus incógnitas y angustias de lo que está pasando y la ansiedad de los que los reciben, una situación imposible, que se hace factible gracias a la empatía y humanidad de este pequeño poblado.

La historia, la dramaturgia, la organización de esta funcionan a la perfección, uno se mete de lleno en esta epopeya y sigue con mucha atención lo que sucede. Un gran trabajo hay en principio en el tridente que forman Carla Calabrese junto a Marcelo Kotliar en la adaptación, Santiago Rosso y su increíble dirección musical y en el trabajo apoteótico de Sebastián Mazzoni en la dirección vocal, arduo fue el trabajo de acompañar a un elencazo para lograr una entonación y actuación con el timing particular y preciso que requería la obra. A ellos, mis felicitaciones, porque cada uno logró el objetivo y la obra se ve compacta, fluida, lograda.

En un elenco en el que no hay fisuras, funcionando en grupo muy bien, ya que es una pieza coral, donde nadie sobresale más que el otro, es un placer sentir y ver eso. Realizando varios personajes, lo que requiere una soltura de ellos muy dinámica, la obra nunca para. Me tomaré unas palabras y permítanme la licencia, para resaltar a Gabriela Bevacqua, quien provocó en mí una gran alegría al verla nuevamente lucirse en un gran musical; está brillante, haciendo gala de su magistral voz. Pero como decía antes, esta es una obra coral y también hay aquí un artista que todo lo que hace lo vuelve personal, con su toque, su verborragia y su fuerza interpretativa, el gran Sebastián Holz. Mela Lenoir, quien tiene el único sólo de la obra y la canción más profunda del repertorio, resaltando toda su calidad de artista internacional, en esta obra con toda humildad se acopla al grupo impecablemente. Pero me siento en falta con los otros intérpretes, puesto que son grandes actores y en especial de musicales: Marisol Otero, Silvina Nieto, Silvana Tomé impregnando a sus criaturas de una dulce entonación que las vuelven queribles al segundo y ¿qué decir del magnético Manu Victoria, del potente Pablo Sultani, de la gran trayectoria de Edgardo Moreira, de las logradísimas interpretaciones de Fernando Margenet, Argentino Molinuevo, Lali Vidal y Pato Witis?, me siento en falta con todos ellos porque son la obra, su resultado, solo basta decirles, ¡gracias!

También hay que destacar a la dirección coreográfica de Agustín Pérez Costa, quién la impregnó de una ductilidad y funcionalidad propicia para la obra y para los actores, cuando se presenta en escena, con inclusive el baile típico de la zona, simplemente ¡brilla! Gran trabajo, demostrando que con pocos movimientos se dice mucho, reflejo de eso son las pisadas y manos al pecho del comienzo, con mucha fuerza y emoción.

Bajo la muy sutil, delicada y dedicada dirección de Carla, quien también actúa en la obra, "Come From Away" es una propuesta imperdible, sensible, emocionante, conmovedora, inclusiva e inspiradora.


GUSTAVO SCUDERI




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