Quiero empezar esta crítica diciendo y "decretando" que es imposible no emocionarse con "Derechos torcidos", una obra icónica del teatro infantil. Si bien el universo del queridísimo y recordado Hugo Midón es maravilloso de por sí, esta hermosa pieza es única y es realmente un deleite que vuelva este año luego de un arduo trabajo en equipo y que, de cierta mamera, se amolde a los tiempos y ritmos que corren.
Creada hace 20 años por el dúo formado por el maestro Midón, que realizará el libro y la letra, junto a la colorida, pegadiza y emotiva música de Carlos Gianni. Otro dato en su trayectoria es que la obra fue interpretada e inmortalizada por Osqui Guzmán, por lo que despegarse de ese recuerdo latente, más en la gente de avanzada edad, representó un verdadero desafío para otro dúo talentosísimo como el de Ariadna Faerstein y Nicolás Alan Medina.
La puesta de este año es el resultado visible de un trabajo de montaje y de creación muy logrados, que evidencia una química y amor por lo que se está haciendo que realmente conmueve y emociona.
Hace muchísimo que no se me movilizan tanto las fibras emotivas, volviendo a mi mente recuerdos y sentimientos sobre la libertad de jugar, haciéndome tararear entusiasmado las canciones junto a los protagonistas. Mensajes importantísimos de educación, salud, comprensión y sentirse protegido se desprenden de ellas: "Mucho con poco", "La escuela puede ser" y la pegadiza y catártica, que le da nombre a la obra "Derechos torcidos". Pero también se ponen en la balanza el desamor y el descuido de situaciones actuales; es decir que si ayer se luchaba por los derechos de los niños, hoy se siguen quebrando.
Como mencioné en un comienzo el Pocho de Osqui fue siempre celebrado, pero el trabajo que realiza como líder del grupo (el personaje y el actor que lo protagonice cumple esa necesaria función), Joaquín Catarineu, es consagratorio y absolutamente impecable. Él se empapó desde pequeño de este tipo de teatro ya que Roberto Catarineu, es su padre. Es tal la magnitud de su performance, que fluye en el escenario y uno disfruta al verlo; su comunicación y comunión con el grupo de jóvenes actores es maravillosa, ojalá que siga brillando cómo lo está haciendo hasta ahora, con una gran proyección como artista.
Por otro lado, hay dos elencos de jóvenes que se irán intercalando; en mi función me emocionaron muchísimo, desenvueltos, disfrutando de lo que hacen y es indudable que eso se ve en la platea: Guido Encinas, Achu Mazzeo, Mateo Sciarreta, Nina Pérez Pradal, Nina Ordeig Agrelo, Patricio Pérez Piñeiro y Emma García Torrecilla (que maravilla esta niña, que naturalidad), la rompen, ¡hermoso trabajo!
"Derechos torcidos" trae nuevamente la magia de Midón a escena, cálida y perfectamente hecha mire por donde se la mire, simplemente es ¡HERMOSA!
GUSTAVO SCUDERI