top of page

"El Zoo de cristal" -MI CRITICA-

Nunca deja de ser un placer transitar textos clásicos y corroborar que, hay historias que nunca pierden la riqueza dramatúrgica. ¿Qué decir de "El Zoo de cristal"? un clásico en toda ley, del icónico dramaturgo norteamericano Tennessee Williams y a esto hay que incorporarle el interés de ser la versión de Mauricio Kartun, eximio dramaturgo y director argentino.

Hecha también en cine en 1987, nada más ni nada menos que por Paul Newman con la característica de respetar tal cual la pieza teatral, llega al Picadero con un elenco super ajustado y muy convincente.

Este drama, que es una de las obras maestras de Tennessee Williams aunque no la única, supo reflejar más que nada el despertar de la juventud, con su impulso y sus sueños que se ven impedidos por una crisis económica, personal o, como en esta historia, también familiar; representado por una madre que no da respiro a sus hijos y no se cansa de enrostrarles sus propios logros, convirtiéndolos en deudores naturales de ella, sin espacio para desarrollar su propia valía o bien darles lugar para que tomen su natural vuelo.

Publicada en 1945 fue inmediatamente puesta en escena en diversas plazas, por ejemplo, en Buenos Aires en 1947, considerada semi autobiográfica se convirtió en un éxito.

Aquí vuelve y sigue siendo atractiva, dándonos la posibilidad de presenciar un teatro clásico con todas sus características e interpretada por un elenco brillante. La inmensa Ingrid Pelicori, maravillosa, le saca lustre a un papel ideal para ella; su entonación, su movimiento en escena le caen a la perfección al papel de esta madre dominante. Agustín Rittano, dándole dualidades a su criatura conflictuada y agobiada por la influencia de su progenitora; su actuación es explosiva, a punto del desborde constante, con un manejo de la palabra y la situación impecables. Malena Figó, interpreta a la otra hija discapacitada en una performance introspectiva; su decir, su movilidad van desde adentro hacia afuera, nunca perdiendo el medio tono necesario para su personaje. Martín Urbaneja, un actor de oficio teatral que supo transitar diversos textos y piezas, interviene una vez comenzada la historia y le da su toque personal, acompañado por un personaje que provoca una grieta en ese mundo tan frágil como el cristal.

Para que la versión 2023 tenga este resultado era necesario la mirada de un profesional arriba y debajo del escenario pues, Gustavo Pardi, posee esa característica y de hecho llena a la propuesta de detalles muy sutiles y logrados, por ejemplo, la musicalización e iluminación, gran trabajo de Silvina Aspiazu y Horacio Novelle.

"El Zoo de cristal" es un regreso bienvenido que hipnotiza por su puesta y actuaciones.


GUSTAVO SCUDERI




bottom of page