Todo en la realización de la obra "Kardum" funciona, desde la elección del teatro, mi querido "Kairós" e inclusive la sala más pequeña, donde es más propicio el clima que se genera para la historia, hasta sus intérpretes y dirección.
Sofía González Gil viene realizando proyectos muy interesantes, ya la conocíamos como actriz, ahora en su rol de directora se nota su precisión, un toque propio que la está convirtiendo en una artista con peso propio, a pesar de ser muy joven.
"Kardum" está escrita por Ignacio Bresso, sabiendo plasmar en su texto, "universos" muy actuales en un contexto cotidiano y logrando un clima que va in crescendo, la misma avanza e inquieta al espectador que, junto a su protagonista (en una actuación muy solvente también del dramaturgo), no entiende lo que está pasando.
Un físico de renombre, Lino Kardum, recibe a un periodista en su casa para una nota sobre su último libro, en esa entrevista la relación de ambos se va condensando hasta un punto en que, cómo bien mencioné, Lino se empieza a inquietar ante las preguntas extrañas que le realizan.
El texto de Ignacio al igual que la puesta de la obra nos van dando pistas para llegar a una conclusión novedosa para el teatro y de hecho muy lograda, por ello mi mención también a que toda la realización de Sofía da en el clavo.
Destaco y me gustó mucho la ambientación, el diseño escenográfico de la pequeña sala del Kairós, gran labor de Candelaria Postigio Balaña y María Florencia Gandolfi.
A los aspectos positivos destacados también se le sumó y no es para nada menor, la interpretación de sus tres actores, que tengo el placer de ver por primera vez y me encantaron, como ya dije, el propio Ignacio, Sandra Criolani (su estética es magnética, ojalá sigan sus proyectos) y Mario Mahler con un aplomo, tonalidad y modulación impecables en escena.
"Kardum" en su sencilla propuesta engrandece su narración, su contenido que deja unos fragmentos en sus textos muy profundos y crece gracias a evitar la ambición de su temática multiverso.
GUSTAVO SCUDERI
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