¡Si hay un musical por excelencia y muy querido, ese es Mamma Mia! Es realmente una fiesta y es imposible que algún momento de la obra no nos invite a mover un pie o la cabeza, ya que el mismo está basado exclusivamente en los hits del grupo sueco ABBA.
Estrenado en 1999 en Londres, dio su salto a Broadway con mayor éxito aún en el 2001 y desde ahí su carrera fue meteórica, se representó en un sinfín de países e idiomas, aquí en Buenos Aires es su segunda vez, luego de la protagonizada por Marisol Otero en 2012. Así, este grupo pop que vio su origen en los 70 y que tras su separación no volvió a reunirse, ve reflejado su legado y contemporaneidad en este musical y en las dos películas que fueron también un éxito.
La presente versión, que funcionó muy bien en la temporada de verano en Villa Carlos Paz, se acerca más a la película donde el papel de Donna es el que toma mayor fuerza, más allá de estar protagonizado por una actriz popular y querida como lo es, Flor Peña.
El reestreno en Buenos Aires toma aún mayor impulso y genera más interés al ser presentado en un teatro muy llamativo y realmente grande, el Coliseo, y la verdad que la producción y la puesta ameritan y justifican este espacio. Por ello es uno de los estrenos más esperados e importantes de esta temporada y al estar timoneado por un experto en musicales, Ricky Pashkus, nos da seguridad de calidad artística.
Hay un dato no menor que diferencia a esta propuesta de Ricky a las del resto del mundo, ya que este musical no nos propone una historia que necesite de un agudo espectador, sino que es un medio para transitar las canciones del icónico grupo y esa diferencia es que, aquí se le da más énfasis a la parte actoral (al igual que la película).
Este elenco que nos depara diversión asegurada está liderado, como ya mencionara, por Flor donde tiene la posibilidad de desplegar todas sus dotes artísticas, actuando, bailando y cantando e inclusive hace la versión aún más propia incorporando su propio humor. Si bien su tonalidad vocal, es más cercana a los temas más movidos del grupo, es en "Hay un solo ganador" cuando el público estalla en una merecida ovación, hermoso momento.
La acompañan grandes nombres de artistas de musicales que entregan su habitual profesionalismo y nuevamente brillan como es el caso de la exquisita Alejandra Perlusky con su arrolladora presencia y voz, o la personalísima propuesta actoral de Lula Rosenthal. El trio masculino de interés para Donna, también es un avezado en este género: el talentoso Alejandro Paker, que supo protagonizar grandes musicales; Leo Bosio, que genera una gran química con Flor, a quien se lo nota desenvuelto y divirtiéndose mucho con la propuesta y Pablo Silva, dando pasos muy firmes en el escenario.
En el precioso papel de Sophie que, en todas las versiones cinematográficas o teatrales es el más fresco, está Malena Ratner, de una gran proyección escénica, se la ve radiante en la puesta. José Giménez Zapiola “El Purre” como Sky, el prometido de Sophie, aporta ese aire divertido, algo ingenuo y despreocupado a la historia. Ambos provenientes del mundo Disney, demuestran una gran química, la misma que se desprendía de una serie realizada en pandemia por otro experto en musicales, Diego Sebastian Oria, “Mi amigo hormiga”.
No quiero dejar de destacar los aspectos técnicos de la puesta que son vistosos, tanto para la vista como para el oído; todo se ve y escucha muy bien, fundamental en un musical que muchas veces no logran desprender una narración de la diagramación misma de la obra, felicitaciones a Anteo del Mastro (diseño de iluminación) Y Gastón Briski (diseño de sonido).
Acompañan al gran trabajo en la dirección general de Ricky Pashkus, un visionario en el rubro de los musicales, que siempre nos regala la posibilidad de ver grandes obras de este genero y nos trae propuestas que quizás no podemos darnos el gusto de verlas afuera, de una forma delicada, elegante y exquisita, Vero Pecollo en el diseño y dirección de coreografías y Gaspar Scabuzzo en la dirección musical.
“Mamma Mia” es una propuesta llamativa por todo lo que acabo de mencionar, pero también por el cariño que desprende, por sus alegres y contundentes canciones y por un grupo creativo en el que todos suman en su especialidad, para entregar una obra muy bien lograda.
GUSTAVO SCUDERI
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