top of page

"Me duele una mujer" -MI CRITICA-

"Me duele una mujer" tiene todos los condimentos de una comedia que brinda todo lo que el espectador va a buscar en ella. Desde los actores convocantes hasta una dramaturgia entretenida y bien escrita que logra la risa que, en definitiva, es lo que uno espera de este tipo de obra.

En la actualidad la cartelera está repleta de estrellas, personalidades públicas, muy reconocidas por sus trabajos, principalmente en la televisión. En esta ocasión el nombre en marquesinas de Nicolás Cabré, por supuesto, moviliza público; está teniendo buenos pasos en el teatro, con comedias que funcionan muy bien y a él se lo nota muy cómodo realizándolas. Mercedes Funes es una actriz que no deja de sorprenderme, aquí realiza varios personajes y lo hace con diferentes modismos y aristas, todos ellos impecables; siendo unas de las actrices más dúctiles de su generación, aquí la rompe y ¡está brillante! Qué decir del Sr. actor Carlos Portaluppi, nuevamente demostrando todo su buen oficio en la actuación y junto a Nicolás logran unos cuadros no sólo muy divertidos, sino también muy bien logrados, llevando al aplauso espontáneo del público.

El resultado de la obra, en realidad lo que el espectador recibe, mucho tiene que ver con su creador: Manuel González Gil, quien tiene una impecable mano para dibujar estas historias, para nada superficiales o pasatistas, sino con un mensaje o si se quiere interesante moraleja. Uno pensaría que al tratarse de una comedia que tiene a un artista convocante en ella, quedaría ahí (como en muchos casos), pero no, avanza y crece en el transitar de la misma. Hoy éste dramaturgo y director también tiene otro éxito en cartelera, que logra el mismo resultado, "Dos locas de remate ".

Las transiciones que posee la obra, que son muchas, están muy logradas, gracias a un diseño solvente de escenografía, gran trabajo del experimentado Jorge Ferrari.

"Me duele una mujer" cumple y con creces, una comedia ágil, de gran lucimiento para sus actores, que te hace pasar; un poco más de una hora, un momento divertido, gracias a un texto bien hilvanado y una historia muy bien pensada, que nunca duele!


GUSTAVO SCUDERI




bottom of page