Sin lugar a duda la Sra. Nacha Guevara es una artista rutilante de la Argentina y también reconocida a nivel internacional, su trayectoria es intachable y con el paso del tiempo se fue amoldando a los cambios constantes de la sociedad y la cultura.
Es una figura única en lo que hace y a la vez reconocible incluso al cerrar los ojos, Nacha hay una sola, y esta obra que presenta es diferente a lo que venía haciendo y sumamente personal.
No cabe duda de que lo que relata en "Nacha en Pijama" es realmente cierto, y más al retratar el lapso de confinamiento, el cual para algunos profesionales fue la situación ideal para crear, más aún este tipo de propuestas tan personales.
Uno agradece a una Nacha desenvuelta, fresca, sin tapujos ni vergüenzas; lo que se ve en el escenario es, justamente, la elaboración de una artista que ya nada tiene que perder ni que pedir permiso, Nacha puede hacer lo que se le ocurra: comentarios íntimos, palabras chabacanas dentro del contexto de la obra y está perfectamente bien.
Ella no sólo la protagoniza, sino que la dirige, escribe y compone los temas originales para la obra, amén de alguna canción conocida por todos que encaja a la perfección con lo que se relata, el anhelo de festejar sus 80/82 años en plenitud atravesados por una pandemia.
La dirección musical de un maestro, el señor Dany Vila y los muy interesantes rubros técnicos que hacen que Nacha brille aún más, diseño de escenografía de Luis Castelanelli, la ambientación de Vanesa Abramovich, el diseño de luces de la propia Nacha y Alejandro Velázquez y su asesor artístico Norman Briski, nada más ni nada menos.
"Nacha en Pijama" es un gusto no sólo de esta especial artista, sino también para los espectadores que no queremos soltar a Nacha y buscamos siempre que nos ayude a volar con su repertorio y su característica voz.
GUSTAVO SCUDERI
