Hace seis años nacía una obra que abriría camino a una forma de narrar y escribir, no muy frecuente en el teatro actual; a la vez, esa exquisita pieza se transformaría en una obra que el púbico seguirá y casi transformándose en culto. Hoy "vuelven ellas", latiguillo que le quedó a la perfección a esta emblemática creación: "Tarascones". Por mi parte es la tercera vez que la veo en diferentes salas y siempre me sorprende, me divierto y digo... "¿por qué no una cuarta vez?".
Gonzalo Demaría se transformó en un dramaturgo muy requerido, no solo para crear textos sino también por el espectador; su dupla cuasi simbiótica con Ciro Zorzoli es perfecta, éste último también muy buscado ya que sus propuestas ofrecen seguridad de calidad, diferencia e inventiva. Ciro también es dramaturgo, por ello en la escritura de Gonzalo se siente seguro y eso reflejan sus obras, hace poco realizaron en el querido Cervantes, "La comedia peligrosa", lugar que justamente vio el nacimiento de "ellas".
El realizar una pieza en verso no es para nada fácil y más difícil aún es interpretarla, por lo que de los actores que la encaran se necesita una soltura verbal y una modulación clara, precisa y marcada; en esta ocasión las cuatro actrices elegidas son un bálsamo para el público, uno se queda tranquilo y descansa en ellas, sabiendo que todo va a salir bien. Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín son un equipo soñado, en cada una de sus actuaciones los personajes caen impecable, con una homogeneidad solvente, actuando en bloque. Eso es muy buscado en los elencos y ellas cuatro son sublimes, se sacan chispas en el escenario y uno no podría quedarse o bien elegir a una, quizás Paola tiene una gestualidad ideal para la pieza, pero el resto posee el mismo timming exacto y aplica sus aspectos artísticos más fuertes, uniéndose a la perfección.
Zulma, Marita, Estela y Raquel son de la alta sociedad y se juntan habitualmente a jugar a las cartas y tomar el té, justamente en una de esas reuniones un incidente romperá la aparente calma de su ritual y ellas asumirán el rol de jueces sumarios y de verdugos ejecutores del castigo a la que ellas consideran culpable de tamaño estropicio; pero en realidad, esto traerá un efecto contrario y cada una de las entrañables amigas sacará a la luz los trapos sucios propios y ajenos, y quienes serán juzgadas serán ellas mismas.
Desde que comienza la obra, con un espectacular diseño de escenografía de Cecilia Zubialde, al igual que la iluminación de Eli Sirlin, el suspenso se adueña de la propuesta, como si se tratase de un libro de Agatha Christie. Desvirtuándose luego a un clima más disparatado, épico, justamente al escuchar a estas mujeres del mundillo de la flor y nata, hablar en verso.
"Tarascones" es de esas obras que parecen mucho más cortas de lo que en realidad son, es tan verborrágica, que se pasa rapidísimo y uno se queda con ganas de más, por ello mi comentario: ¿cuántas veces es necesario verla?
Si bien al comienzo de la historia teatral, había una forma marcada de narrar y "recitar" un texto, Gonzalo supo aggiornarla y volver sus propuestas imperdibles, magnéticas, al igual que las perfectas creaciones de Ciro, basta con recordar su icónica "Estado de ira" donde Paola la rompía.
Si aún no viste esta obra que quedará en los cánones de la expresión artística, tenés una nueva posibilidad y es realmente un placer que se siga subiendo a escena con las mismas e inmensas actrices.
GUSTAVO SCUDERI