"Harto" -MI CRITICA-

Últimamente me estoy encontrando recurrentemente con nuevas voces en el medio teatral, principalmente trasladadas al texto y mi asombro es cuando compruebo o siento que, esa dramaturgia, tiene un trasfondo o un contexto potente con algo que decir, denunciar o bien visibilizar.

Críticas atrás comentaba sobre una obra cuya estructura nos permitía seguir una historia, con "Harto" pasa lo mismo, bajo la mirada de dos talentosos artistas que ya vienen aportando muchísimo a nuestra cultura y lo hacen muy bien: Angel Blanco y Julian Belleggia quienes, si bien tienen muchísimo camino por delante, su historia posee una madurez y profundidad contundentes.

El protagonista, Gustavo, está retenido en una cámara Gesell ya que ha mordido a su padre, hasta tanto se resuelva su situación, nos relatará su dolorosa y precaria vida; lo peor no es la marginalidad, sino la falta de empatía y cariño que sufrió a lo largo de esta. Su mayor carencia no está en lo material, sino en la falta de amor, esa luz que toda persona necesita.

La actuación de Ángel es brillante, su rotundo protagonismo y mejor trabajo a la fecha, lo transforman en escena y todo lo que me dice me moviliza y me lastima, gracias no solo a su carisma sino también a su compenetración con su afligido personaje, grandioso trabajo.

La visión y puesta de Julián le dan un toque especial a la pieza, transformando el pequeño e intimista espacio necesarios para la historia, con una funcionalidad impecable.

"Harto" es una propuesta que retrata una temática difícil, que debería estar superada pero que, lamentablemente, se sigue sufriendo por falta de oportunidades, podría ser, pero más que nada por el desinterés hacia el otro como ser humano.

GUSTAVO SCUDERI